Mis ojos se cruzaron con sus ojos
Y ya no eran los mismos.
Se toparon bajo el rocío de la noche
Sin estrellas,
La noche sin leyes tenía una barrera.
Miró su reloj
Y no sonaba la misma canción…
Era otra distinta,
Los segundos fueron carnívoros.
Empezó a sonreír
Al verme reflejado en los charcos
Se acordó de mí
El aroma no lo borran los años.
No...
Y nos abrazamos,
Un poco de calor no hace daño…
Y volvimos a volar,
Pintado las estrellas sobre cielo nublado…
Llegando mas allá del fervor del infierno
Allí donde el diablo fragua sus versos.
Y volvieron
De donde se encontraban presos
Eran ellos…
Tan ausentes,
Como si nunca hubieran estado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario