miércoles, 30 de noviembre de 2011

A uno de los más grandes.


Tengo clavados tres mil puñales
En el centro del corazón;
Cada filo tiene un nombre de mujer
Y todas son la misma.
Tengo los pies gastados de tanto amor, 
Y la sordera de compañera
Junto a esta soledad que me inspira
Temor. 
Tengo la valentía en carne viva…
En silencio, cumpliendo condena
En la celda de los ahorcados.
Quiero dejar de bailar con la tragedia
Y ser luz en tus ojos.
Quiero enterrar todos mis miedos
Y romper la cadena,
Que me recuerda que sigo preso.
Volver a tener inocencia
Y olvidar del tirón
El desconsuelo y la indiferencia
Que siempre repartí mi amor a cualquiera
Para tragar solo mierda. 

martes, 29 de noviembre de 2011

A un pajariko que tengo.

El tiempo es insignificante
Al borde del abismo
Los segundos son pompas de jabón
Suspendidos en el aire.
Solo hay caminos flotantes
Estela de nubes en atea procesión.
Andamos desorientados buscando rayos de sol.
Tírate al precipicio
Como pluma en el viento te mecerás.
Y al besar el suelo,
Como ave fénix de las cenizas resurgirás.
Volviendo a las entrañas de tu tierra,
a empezar a soñar.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

FUCK you!


Me canso de escuchar y leer. El pueblo quiere pan, los indigentes y desahuciados quieren pan, quieren techo, quieren dignidad. La calle tiene hambre. La calle es un asesino mortal. He estado allí, la he visto de cerca. Su mandíbula ha intentado desmembrar mis miembros.  Orínense en la calle si tienen ocasión.  He conocido a muchas personas,  obreros trabajadores, personas magnificas e inigualables. Personas casi analfabetas, majestuosas.  He visto sueños enterrados entre ladrillos. He compartido frío, calor, miseria, alegría, fiestas, comilonas, risas, llantos… he estado allí… tan cerca del infierno… suspendido a siete plantas de altura aforrándome a mi arnés,  como si el filo cortante de las repisas de mármol, no amenazara a mi sien. He conocido el amor entre sacos de cemento. Y la palabra amistad en un amplio sentido de la palabra. Les conozco.  He visto como les miraban, he visto indiferencia y desprecio. Ojos montados en cólera. He visto al rechazo acechar en cada esquina, en cada peldaño. 

Ellos lo saben. Saben del sudor.  Saben de la muerte natural. Viven para sus hijos. Aman a sus hijos.  Comparten el pan. Aunque sus manos y cuerpos estén sucios sus corazones son dignos de la verdadera divinidad, de la pureza en estado celestial. He visto la lucha, día a día. He visto personas realmente enfermas lidiar con ocho largas y mortales horas de jornada laboral.  ¿Y sabéis que? Yo soy uno de ellos, si.  Orgulloso de pertenecer a esa clase, “la clase obrera” 

Y como portavoz de ellos,  que aunque han oído de Internet y las redes sociales, apenas saben nada. Hoy hablo, hoy decido romper el silencio del papel nuevamente, por que nosotros, “la clase obrera”  estamos artos de que nos miréis de esa forma.

Hace años nos matemos por vosotros. Para que pudierais tener buenos coches, una buena cuenta corriente, y darles los mejores estudios a los anormales de vuestros hijos.
El cuchillo carnívoro se ha vuelto contra nosotros. Viene dispuesto a herir mortalmente a nuestro puro corazón que habéis manchado.  ¿Qué vais a hacer por nosotros?  Ya he visto que contáis chistes y  defendéis banderas sucias desde la oscuridad de un rincón, pegados a una mugrienta pantalla, golpeando las teclas, “la voz” que os dimos.

Ahora que nosotros no estamos,
Salen los Mesías carroñeros a comerse unos a otros. Mientras morimos de hambre. Porque…

Nosotros el pueblo,
No queremos ideología,  ni a subnormales descerebrados que no han pisado la calle y se pasan el día en un puto ordenador intentando descalificar a otros.  
Nosotros el pueblo no admiramos camisetas ni banderas. Nosotros somos lluvia.
Nosotros somos motor. El motor que hace que vosotros andéis.
Así pues,
Invito a todos a la reflexión, el pueblo está unido. El pueblo somos nosotros.

Albañiles, electricistas, carpinteros… fuimos el motor. Os dimos vuestras carreras y os daremos las de vuestros hijos.

Tanto imbecil suelto, y nadie dijo quien es el motor.   
El motor somos nosotros. 

El pueblo tiene hambre… el motor necesita… gasolina.

martes, 22 de noviembre de 2011

Versos al maestro.


No puedo decir que no te echo de menos
Sin embargo estoy mejor sin ti;
He dejado de ser tan sincero, pero…
¡Solo hay cama entre tú y yo! 
Y ahora que duermo bajo el cielo…
No hay nada entre nosotros dos.
Y el adiós llama a mi puerta,
Diciendo: chico, créetelo. 
Ateo por costumbre, hoy creo…
Que tenías razón.  

Los bares son abismos a las tres de la mañana.
Donde si te presentas, me ves…
Gritándole al altavoz que no repita…
Que hubo un tiempo en que nos dieron las diez.
Estoy anclado a la barra,
En compañía de un  “te quiero” por interés…  
Mientras mi corazón  “se busca”
Lo han visto caminito de Teruel, fresca ella, tonto el.
Y tal vez…
No hay manera de podernos entender. 

Y así
Sin más poema que mis ojeras,
Sin mas cordura que mi billetera…
Voy tachando todos los días que jamás
Volveré a  tu vera…     
Por hacerte un castillo en las nubes;
Me he mojado en cada nochevieja…
Marchitado en primavera.

Y a la sombra del olvido
Estaré…
En el anden de los que nunca suben al tren.  
En el vaivén de miradas lastimeras
Que buscan un perdón;
En ojos ajenos y abrazos de contrabando. 
Entonces acuérdate de mí…
Porque
“este loco no muere mas por ti”

martes, 15 de noviembre de 2011

Frio esperanzado.


Siempre hay una hoguera,
Encendida en cada pecho,
Solo hay que querer mirar…
Adentro…

Mira esos ojos tristes
Como buscan,
Luz en la oscuridad,
Esas manos frías
Como se quieren calentar…

Mira el sol como se crece,
Cuando entre sombras
Te ve pasar,
Arruinando los piropos
De esta inspirada soledad…

A donde vamos no importa,
Que más da,
Si perdí las llaves de mi casa,
Y ahora la calle es nuestro hogar.

Los músicos de la gran vía,
Entre ropas desgastadas,
Amenizan la velada
Por las calles empedradas,
Y sus notas afinadas,
Pa poder ganar la plata…

Siempre hay una hoguera,
Encendida en cada pecho,
Aprendimos a mirar…
Con la cabeza adentro…

Hay algo que me incita a seguir,
Cuando el demonio esta dormido,
Y no rompe nuestro camino…


Mira las manos,
Quieren echarse a volar
Cuando rozan por el aire
La fragancia que hay detrás,
Cuando huelen las caricias,
Que después vendrán.
Cuando saben del calor,
¡Que las otras manos dan! 

lunes, 7 de noviembre de 2011

Buacando el rayo.


¿Dónde te escondes golpe mortal?
Un día fuiste rayo;
Hoy eres sombra errante en el recuerdo.
Golpe manso.
Solo quedan leves ráfagas de trueno…
Que golpean al viento;
Hiriendo corazones desterrados al silencio…
Golpe traicionero.  

¿Y las palabras?
Incendiando el agua de los mares…
Bravas y cortantes;  
Centelleantes huracanes de pasiones y ardores.
Fulminantes. 
¿Ahora?
De papel… de lunas ebrias… de color amargo.
Palabras nulas,
Empapadas de miedo.  

¿Dónde está la sangre?
La sangre roja que habitaba el alma…
Brotando en  cada cruce de miradas;
Y salpicando gotitas de esperanza al estallar en mí oído
Tu palabra.
Esa sangre tosca y rebelde…
Que jamás dio por perdida una batalla y 
Se entregó a los brazos de la madruga…
Desafiando a la muerte…
Bienhallada.  
Sangre mustia, ahora estancada…
Esperando a que un día regrese la vida.

Pan duro.

Recordando viejos tiempos, este poema es fruto de una noche que fui victima de un acido"  espero que os guste.


PAN DURO.

Dragones en forma de cañizo,
Viento que me desboca
Atronadores relámpagos me perforan,
Sombras que me acechan y no llegan.

Barba que crece al trasluz de una botella
Risas macabras gestos hostiles….
Bombas de sonidos estridentes
Que perforan mis sienes…
Alimañas que me trepan las paredes,
Arañas bordando amor de éntrela…
Pan duro pan duro pan duro

Versos sin alma,
Espirales de vientos huracanados
Tambores de guerra,
Los cañones de navarone…
La navaja cortando la garganta. 


Pajarillos con las alas amputadas… 
Corazones desbocados del pecho hasta las nubes,
Lluvia de recuerdos que abrasan,
Tu cara tu cara tu cara…

Guiso de mentiras contaminadas…
Un saco de cuernos con solera…
La casa sin barrer, desidia en la despensa…
Vuela, vuela, vuela.

El día huele a ganas de llorar. 

miércoles, 2 de noviembre de 2011

El conejo sabe a miel.

En el huerto hay un conejo perdido, pero
Parece sereno. Esta mañana su dueño
Decidió dejarlo a su suerte. 
Despues de muchos años de servicio….
Ultimó que…
“era demasiado viejo” 
Al encontrarse fuera,  se extraño. 
Sus ojos incrédulos,
Se dilataban al contemplar la inmensidad del
Horizonte. 
Acostumbrado a pasar las horas “entre rejas”
Una nueva vida ociosa
Se abría para el, como las flores de un cerezo en primavera.   
Sintió un estrépito  
Y escucho sus huesos crujir como
Crujen los maderos al tomar contacto con el fuego.  
La muerte le sobrevino a lomos de
Una mandíbula carnívora.
“por sorpresa” 
Vivió encarcelado y morirá libre…
“Como las hojas de un árbol”   
Que viven ancladas a una rama hasta que el otoño las deja morir.