La noche cayó aplastando al sol.
Era navidad en mi habitación,
Llamaron a la puerta, eras tu.
Vestida de gris homicida
Saliendo fuego de tus pupilas…
Vendiendo el alma,
Mi reina del sur,
Y sus labios que matan de amor…
Sus ardientes muslos que hablan por los dos…
Brotaba la nieve de nuestro rincón
Tus pechos anclados a mi boca,
Mis manos haciéndote la ola…
Nadando en un charco de pasión;
Y sentimos calor…. Mucho calor.
Mi legua se perdió entre tu cuerpo…
Mi saliva fue el veneno…
Que desato todos los infiernos que llevas dentro…
Y nos hicimos uno…
Bajando al circo del pecado donde allí todo es humano…
Y el placer de unos ojos desorbitados
Unos gritos desencajados;
Esclavos del amor de un rato eterno.
Viajando mi canción por todos los poros de tu cuerpo…
Echando el ancla en los mares de tu sexo.
Fin.
Pd.
Bueno he querido regalaros este cuento erótico de navidad. Mirando bien no tiene nada de erótico, es un poco pastelazo. La verdad es que follemos como perros. Como locos… nos corrimos mil veces, sobre nuestros cuerpos, sobre nuestras bocas… probemos de todo. Bailemos con la noche hasta acostarnos con el día. El fuego de la chimenea era hielo comparado con nuestros cuerpos… esos días son los únicos días que de verdad merece la pena vivir. Así pues amigos, no follen mucho, vayan a la iglesia y recen por mi alma que ya se esta pudriendo en el infierno!! Feliz sexualidad.
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