martes, 27 de septiembre de 2011

Jaleo.


¡Jaleo!
Cuando se me muera el día
Y enlute el bostezo,
Eso es lo que querré para tus ojos;
Que son avisperos, dulce veneno…
Que viene a morder mí noviembre,
Con solo mirar.

¡Jaleo!
Otra vez ha vuelto el silbido a mi ventana  
Desde el limonar,
Que da sombra a mi pesar.
  
Nunca nos quedemos con las ganas…
De hacer de la noche nuestra sabana,
Nuestra desdentada morada;
Que dispara caricias para tu espalda…

Vueltas y vueltas
En nuestro trasnochar;
Que será el de los que vinieron
Tirando migajas de pan
Para el despertar. 

Y me emprenderé a cuchilladas contra la luz del alba
Que viene a borrarte la risa y el taconeo
Que le da la vida a mi madrugada;
En jirones de minutos que estoy deshojando
Con la paciencia del que quiere aprender a tocar la guitarra;
Con el esmero del pescador en el campo de batalla.

¡Jaleo!
Llama a mi puerta y se cuela por la ventana
Me agarra de la mirada,
Y juntos bailamos con las sombras de este pestilente invierno;  
Que quieren verme muerto;
Y no sabrán…


“que ya no queda nada”

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