Nada aprendo,
Si dejo que me anden el camino.
Nada quiero,
Solamente meterme dentro de tu ombligo.
El destino volverá para cumplir sus objetivos;
Pero solo va a encontrar
La sombra de lo que un día fuimos.
Ya no escucho en tu palabra
Un martillo que convenza
Sólo es humo;
Lo que un día fue orgasmo en mi cabeza.
La anarquía reinará
En el paso de los jueves santos…
Pero otro giro daré a este caminar cansado
Y estaré el primerito comiéndote el coño a bocados;
Como si mañana caducara mi tiempo
En esta tierra de gusanos.
Amanecerá el día revirado tal vez,
Pero voy a enderezar todos los besos naufragados
Que debieron de estar
Pintados en el rojo de tus labios.
Y voy a callar las bocas que se callaron
Cuando vine a fregar
La mierda que se puso de tu lado;
Para tirar por el retrete
Todos los años que en papeles blancos anidaron.
Nunca sabrás
Del color que habita mis manos.